Por: Vicente Gutiérrez
Pocos empresarios culturales saben que lo son; otros desconocen temas básicos como la famosa Cuenta Satélite de Cultura y a otros simplemente no les interesa.
Realizada por Eduardo Cruz Vázquez, periodista, colaborador de El Economista y dedicado al análisis económico de la cultura, Retablo de empresas culturales, un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México es una investigación que busca darle luz al sector.
Cruz y su equipo se acercaron a 350 empresas culturales; sólo 93 empresarios, directivos o responsables contestaron el cuestionario, un referente para futuras investigaciones. “Me parece urgente desmitificar la comprensión y alcance del sector cultural y de las empresas culturales. Hay más de palabrería que de conocimiento acerca de su realidad en la realidad nacional. Sólo su plena apropiación, su debida caracterización en los marcos legales y la proliferación de estudios, permitirán reconocerlas”, señaló el especialista.
La investigación se debe a un equipo de trabajo que se formó a lo largo del tiempo, y a varias amistades y cómplices a lo largo y ancho de la República. “More Taffoya se encargó de la coordinación y agradezco su apoyo a lo largo de nueve años de trabajo conjunto al Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), que desde el 2009 existe bajo el cobijo de la Casa Abierta al Tiempo”, explicó Cruz.
DE LOS ENCUESTADOS, 52% NO SE CONSIDERA EMPRESA CULTURAL
“Una gran parte no tenía claro ni qué era una empresa cultural, una industria creativa y muchos menos lo que es un sector. Esto evidencia que tenemos un marco jurídico donde el termino es prácticamente inexistente; no tenemos andamiaje ni académico ni de formación de lo qué es la realidad de la cultura dentro de la economía del país”, señaló Eduardo Cruz, quien también es coordinador del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu-UAM).
Y es que 52% de los encuestados no se considera empresa cultural; sólo 33% estimó concebir su negocio a partir de la cultura.
“Las denominaciones de industria creativa e industria cultural son conceptos que demandan conocimiento y arraigo en el sector cultural; 68% de los negocios no tomó en cuenta tales acepciones, como tampoco la de empresa cultural al diseñar su emprendimiento, y 62% no cree en tales etiquetas”, se lee en la investigación.
Pero tal vez lo más grave es que de los encuestados, 91% consideró que no existe reconocimiento (en cualquier sentido y nivel) para las empresas culturales.
“Debe promoverse intensivamente el conocimiento y uso de la Cuenta Satélite de la Cultura, así como de las diversas herramientas con que cuenta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía para la comprensión del sector. Al instituto se le sugiere, por un lado, ampliar su colaboración para las tareas de posicionamiento de la Cuenta. Por otro lado, elaborar un módulo dedicado a las empresas culturales, complementario a lo que ofrece el DENUE, así como incorporar un capítulo de unidades económicas culturales en los censos económicos. De los establecimientos, 68% no han sido objeto de algún tipo de relación con el Inegi.
En cuanto a la vida comercial del país, en el sector cultural predominan las micro y pequeñas empresas culturales. Hay un notable componente de personas físicas con actividad empresarial, 41%, y una tendencia (como en la escala nacional) de negocios familiares, con 38 por ciento.
“Si bien las unidades encuestadas evidencian un interés por la formación económica para la concepción y desempeño de sus negocios, no tienen una cultura financiera arraigada y carecen de instrumental adecuado para el desarrollo de sus empresas; 58% de los negocios no realizó estudio de mercado para su operación”.
Eduardo Cruz Vázquez aseguró que su estudio generó un piso de 36 indicadores y cumple con su objetivo: sentar un precedente al hacer un acercamiento a la realidad empresarial del sector cultural de México.
“Indicamos que, si la cultura quiere ser en verdad un motor de desarrollo, demanda una gran cantidad de estudios, de atenciones, de políticas y medidas para que la economía cultural mexicana sea una realidad en todos los sentidos, ya que es un engranaje nodal de la reforma del sector, de la reforma cultural que también venimos impulsando desde hace muchos años”.
¿QUÉ ES UNA EMPRESA CULTURAL?
Unidad económica que desempeña una actividad productiva legalmente establecida, basada en bienes, servicios, mercancías y/o productos que están constituidos, fundamentalmente, por un componente creativo en su cadena de producción, el cual se encuentra protegido por la ley. De igual forma, la empresa cultural coloca en circulación valores simbólicos para la sociedad y que no necesariamente tienen producción masiva ligada a corporativos nacionales y/o extranjeros para cubrir mercados locales y globales”.
Fuente:https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Como-funciona-la-economia-cultural-en-Mexico–20171127-0019.html