De norte a sur, la corrupción que arrebata vidas y niega futuros se sofistica y permanece impune en México

Para representar la forma en la que se presenta la corrupción en cada rincón del país, así como las consecuencias que tiene sobre la vida de las personas, Carolina Rocha y Miguel Pulido elaboraron el “Atlas Ilustrado de la Corrupción”.

De norte a sur, la corrupción que arrebata vidas y niega futuros se sofistica y permanece impune en México

La corrupción se manifiesta de diferentes formas, pero se presenta en todos los estados del país. Atlas Ilustrado de la Corrupción

Por: Eréndira Aquino

Aunque en algunos estados del país los casos de corrupción han sido más escandalosos, en cada rincón de México existe “una forma muy desprolija de asumir el ejercicio público, como una cosa de oportunismo, explica Miguel Pulido, coautor del Atlas Ilustrado de la Corrupción.

Junto con Carolina Rocha, Pulido trabajó en la realización de una representación gráfica que permitiera ubicar, en cada entidad, los casos de corrupción que, en palabras del autor, “arrebata vidas, quita educación y niega futuros” todos los días.

De acuerdo con Carolina, la idea de explicar gráficamente la corrupción a lo largo del país se le ocurrió mientras reflexionaba sobre los recientes escándalos de corrupción en Quintana Roo, Chihuahua y Veracruz, así como en los exgobernadores prófugos por desvío de recursos.

Inicialmente, dijo, tomó la imagen de un mapa de México de internet, y con un editor de imágenes le escribió los nombres de algunos exgobernadores acusados de corrupción, lo que le hizo darse cuenta de la importancia de realizar un ejercicio más amplio y profundo del tema.

Fue entonces cuando acudió con Miguel Pulido, a quien le comentó la idea y aceptó que en conjunto desarrollaran este proyecto, que resume los casos más polémicos sobre corrupción en el país durante los últimos 18 años.

La corrupción no se crea ni se destruye, solo se transforma

Para los autores, la corrupción ha existido desde hace más de un siglo en el país; sin embargo, en los últimos años los mecanismos para el desvío de recursos se han sofisticado.

“Las empresas fantasma, por ejemplo, nos muestran que la forma de saquear actualmente está dotada con una inteligencia financiera y la posibilidad de dispersar recursos a gran velocidad con el uso de instrumentos financieros”, explicaron los autores.

Las empresas fantasma de Javier Duarte en Veracruz.
Las empresas fantasma de Javier Duarte en Veracruz.

 

Sin embargo, destacó Pulido, no en todos los estados existe una estructura política de oposición ni medios de comunicación que visibilicen los actos de corrupción.

“En estados como Colima, Aguascalientes, Yucatán o Campeche, uno tiene la idea de que no hay escándalos de corrupción, que están fuera del foco de discusión, pero te acercas con fuentes locales y lo que se concluye es que en cada rincón, cada región y cada estado hay diferentes formas de llevar a cabo este tipo de actos”, dijo.

El hecho de que haya estados en donde la corrupción es más visible, como Veracruz, Quintana Roo o Chihuahua, de acuerdo con la coautora, se explica porque “en algunos lugares los contrapesos son menores desde la lógica del control político, además de que el trabajo periodístico no fomenta la discusión pública de los casos”.

En el caso de Quintana Roo, los autores abordaron la corrupción desde la construcción de grandes complejos hoteleros que llevaron a la destrucción de la reserva natural, hasta los vínculos con el narcotráfico de algunos funcionarios y el esquema de desvío de recursos por el cual el exgobernador Roberto Borge se encuentra actualmente preso.

Corrupción en Quintana Roo.
Corrupción en Quintana Roo.

 

Otro ejemplo de los más escandalosos es el del estado de Veracruz, en el que documentaron malversación de recursos por parte de los ex-gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte, actualmente preso acusado de desvío de recursos públicos a través de empresas fantasma y desaparición forzada.

Corrupción en Veracruz.
Corrupción en Veracruz.

 

En palabras de Miguel Pulido, “los casos no se alcanzan a comprender en su justa dimensión y la de sus efectos. La gente se queda con la idea de un personaje villano, como si este fuera un corrupto solitario, sin un entendimiento de que es mediante una estructura que se realiza el saqueo”.

“Esa falta de memoria se produce porque siempre hay un escándalo nuevo que tapa al anterior. Entonces vamos nombre tras nombre, villano tras villano, y eso vuelve muy ligera la discusión sobre la corrupción”, abundó.

Ambos autores coincidieron en que para terminar con la corrupción, “lo primero es dejar de normalizarla y de celebrarla, porque de otra forma no se rompe la cadena de impunidad”.

Para Carolina Rocha, la corrupción “no tiene que ver con partidos –porque los corruptos brincan de unos a otros -, sino con las reglas del juego”.

“Si queremos terminar con este fenómeno, tenemos que encontrar la forma de que se cumplan las reglas y que se castiguen las conductas que lastiman a la sociedad en vez de celebrarse. Hasta que algo así no suceda, no podremos hablar verdaderamente de un combate a la corrupción”.

Fuente:https://www.animalpolitico.com/2018/06/atlas-corrupcion-mexico/

Tendencias de capital humano 2018 en México

Diferente a años anteriores, los resultados de la edición 2018 muestran el impacto empresarial, no solo hacia los resultados financieros, sino también al impacto social.

Por Tomás Fernández

Desde 2013, Deloitte realiza el estudio de Tendencias de Capital Humano para entender cuáles son las principales preocupaciones y desafíos para las áreas de Recursos Humanos en México y el mundo. Diferente a años anteriores, los resultados de la edición 2018 muestran una serie de reflexiones que amplían el espectro de gestión e impacto empresarial, no solo hacia los resultados financieros, sino también al impacto social.

En este nuevo contexto las empresas están comenzando a entender la aparición de tres fuerzas que moldean la interacción sociedad – empresa, siendo la primera el poder del individuo.

Esta fuerza evidencia un mundo híper conectado en donde los jóvenes, como protagonistas, evalúan el comportamiento de la empresa por la calidad de sus productos, la manera en que sus líderes la dirigen y la cultura de trabajo que se vive dentro de la organización.

El resultado de esto no se limita a la elección de consumir o no los productos de determinada marca, o de expresar en redes sociales su apoyo o desacuerdo con el actuar de líderes empresariales, sino que se extiende a la decisión de pertenecer o no a una empresa como colaborador, al sentirse identificados como individuos con la manera de proceder de una organización. En una época en donde el talento es escaso fortalecer la marca de empleador al ser un buen ciudadano corporativo y entender las necesidades de los colaboradores para darles una experiencia irresistible, se convierte en una clara diferencia para atraer y retener al mejor talento.

La segunda fuerza muestra como las empresas contribuyen para llenar el vacío de liderazgo en la sociedad, ante un panorama político y social incierto en muchos países.

Esto se pone de manifiesto no solo en los programas de Responsabilidad Social Corporativa que la mayoría de empresas tienen como parte de su identidad y que son considerados como importantes por un 82% de los encuestados , si no en la manera en la que las organizaciones están invirtiendo recursos para cuidar a sus colaboradores en temas de salud, ofrecerles programas de bienestar integrales, e incluso comenzar a preocuparse por cómo aprovechar el talento de las personas mayores ante el desafío de carreras extendidas, por el aumento en la expectativa de vida.

La última fuerza tiene que ver con el aprovechamiento de la tecnología para un crecimiento sostenible, en una época en donde el “futuro del trabajo” ya es una realidad y trae consigo cambios importantes en la manera en que se realiza el trabajo.

En México 25% de las organizaciones ya completa sus tareas a través de trabajo colaborativo entre personas y máquinas, lo que lleva a la redefinición de procesos, de equipos de trabajo y de habilidades necesarias para sobresalir en nuevo ambiente complejo y demandante, apalancándose en la tecnología (IA, robótica, automatización), como un complemento de las habilidades humanas que permita incrementar la productividad.

Consideramos que la reflexión sobre estas tendencias y sus implicaciones permitirá a los tomadores de decisión priorizar esfuerzos en materia de gestión de talento, desarrollar una fuerza laboral aumentada a través del uso de nuevas tecnologías y alinear a la C- Suite para trabajar en proyectos transversales de largo plazo que causen un impacto positivo en los resultados financieros de la empresa y de la sociedad.

Fuente:https://www.forbes.com.mx/tendencias-de-capital-humano-2018-en-mexico/

La educación debe responder a las demandas del mercado laboral, según Pearson

Por: 

 

El líder mundial en contenidos educativos, Pearson, publicó un nuevo reporte en el cual afirma que los estudiantes deben graduarse con las habilidades que requieren los trabajos del futuro. A su vez, detalla la configuración de un nuevo ecosistema educativo. ¿Pero cómo conseguir esta transformación?

La publicación “Demand Driven Education” advierte que el cambio está por suceder; retrata un presente en el que comienza a proliferar la educación basada en competencias; en el cual las credenciales alternativas, insignias, certificaciones y el entrenamiento de habilidades para trabajos específicos están ganando terreno.

Desarrollar y medir las habilidades del siglo XXI

Distintos estudios han hecho hincapié en la necesidad de adquirir las llamadas habilidades blandas. Al respecto, los investigadores de Pearson añaden que estas capacidades interpersonales y de pensamiento complejo (pensamiento crítico, lógica y creatividad) necesitan medirse y aprenderse continuamente dependiendo las demandas de los trabajos.

Para ello se requerirán el perfeccionamiento y desarrollo de modelos de enseñanza, así como la creación de sistemas de evaluación que sean capaces de medir estas destrezas.  El análisis de datos, la observación, evaluación entre iguales, o la Inteligencia Artificial, por mencionar algunas, serán herramientas de gran ayuda.

La docencia dinámica es crítica

Joe Deegan y Nathan Martin (autores de este reporte) consideran que el papel docente dinámico es fundamental.  La enseñanza y el aprendizaje deben cambiar de la mera transferencia de conocimiento al de un entorno colaborativo; el proceso educativo debe suceder en un laboratorio más que un auditorio.

Aprendiz desarrollando habilidades del siglo XXI

El aprendizaje activo será esencial para desarrollar habilidades y conocimientos. Los planes de estudio deben alentar y recompensar la creatividad y la colaboración. La educación se debe generar en entornos donde la instrucción dirigida por el maestro se sustituye por la exploración encaminada por el alumno.

Los modelos educativos deben favorecer la educación dinámica, tales como el aprendizaje basado en proyectos, las experiencias de aprendiz o el aprendizaje basado en el trabajo. Este último requiere que los alumnos trabajen con un empleador en tareas laborales significativas que los ayuden a desarrollar las habilidades necesarias de un campo profesional.

Este entorno supone la incorporación de capacitación docente en los sistemas educativos; se necesita invertir de manera suficiente en la preparación de profesores con el fin de dotarlos con habilidades cognitivas, intrapersonales, interpersonales e instruccionales. Así mismo, orientarlos para interactuar con empleadores para perfilar de mejor manera a los estudiantes ante los retos laborales.

¿Cómo empezar la transformación?

El estudio sugiere que comencemos por adquirir las habilidades más demandadas en la región económica en la que vivimos y que proyecten valor a futuro. Comenzar a usar los principios de la pedagogía dinámica dentro del entorno laboral. Dejar de pensar en conseguir títulos y fijarnos en demostrar y adquirir competencias. Además de encontrar la manera de financiar una vida con educación permanente.

Así mismo, recomienda a los sistemas educativos generar más investigación sobre prácticas efectivas en la instrucción de habilidades, comprometerse a una enseñanza dinámica y ligada a las demandas del mercado laboral, y generar estrategias para que los estudiantes comiencen a generar ingresos más rápidamente.

Finalmente, Pearson propone a la industria trabajar de la mano con instituciones educativas, específicamente con los docentes. Mapear las habilidades de los actuales trabajadores para que los prospectos sepan las necesidades de los puestos. Además de ofrecer constante capacitación a su fuerza de trabajo.

Fuente:https://observatorio.itesm.mx/edu-news/la-educacion-debe-responder-al-mercado-laboral

Así son los universitarios “online”

Por: 

Human resources and CRM

Según estudios recientes, cada día hay menos matriculación universitaria y más estudiantes tomando cursos en línea. Mientras los universitarios buscan programas educativos basados en clases presenciales, los estudiantes a distancia parecen tener preferencias, necesidades y requisitos distintos.

Al respecto, una encuesta emprendida por Learning House, consultora de educación online, reveló cuáles son las características de los alumnos de grado universitario que prefieren tomar cursos a distancia y obtener credenciales alternativas.

Características de los universitarios en línea

  • Según la encuesta, este tipo de estudiante se enfoca en su carrera; el 91% de los encuestados busca programas que puedan ayudarle a lograr objetivos específicos.
  • Prefieren dispositivos móviles para investigar y buscar información sobre cursos y certificaciones.
  • Tienden a elegir rápidamente sus cursos sin sopesar muchas opciones.
  • La mayoría tiene una visión positiva del valor de la educación en línea que reciben respecto al costo de los mismos.
  • Valoran los avances e innovaciones en cursos y plataformas que reduzcan costo y tiempo de obtención de un título; prefieren programas que coincidan con sus necesidades y que el tiempo de finalización sea corto.
  • Los encuestados señalaron que hacen falta servicios profesionales en línea que los apoye a elegir una trayectoria profesional y orientación vocacional.

“Con una creciente población de consumidores más conocedores y con altas expectativas, las instituciones necesitan mejorar al ofrecer más calidad, diversos programas a buen costo para mantenerse al día con las crecientes demandas de los estudiantes universitarios en línea”, señaló Todd Zipper, presidente y CEO de Learning House.

Hallazgos y áreas de oportunidad en la educación “online”

  • Es necesario el desarrollo de servicios de carrera, asesoría y orientación profesional en línea.
  • Se descubrió que la interacción entre iguales, entre alumnos en un curso, es clave en el éxito de los programas educativos a distancia.
  • De acuerdo con el estudio, el 45% de los estudiantes no está seguro de las características de los programas en línea en los que están interesados. Por lo tanto, las instituciones deben describir claramente sus programas, así como los beneficios que brinda su plataforma o institución.
  • Las universidades deben considerar mayor transferencia de créditos de cursos online a titulaciones presenciales
  • Los cobros de cursos online creados por universidades deben ser claros y deben demostrar que los alumnos tendrán un ahorro aprendiendo en línea.
  • Es necesario explorar la publicidad multicanal, con énfasis en dispositivos móviles, para atraer a estudiantes a los programas educativos online.

Es evidente la necesidad de nutrir y diversificar las opciones en línea de las universidades, mejorar las plataformas MOOC existentes y, sobre todo, entender que el estudiante online es un cliente distinto al alumno convencional.

Fuente:https://observatorio.itesm.mx/edu-news/as-son-los-universitarios-online?utm_source=Newsletter+del+Observatorio&utm_campaign=4c7e74bef6-EMAIL_CAMPAIGN_2017_02_24_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_6e1a145e3e-4c7e74bef6-235969733

¿Se logra con dinero retener a los mejores maestros?

Por: Samuel Berlinski

las recompensas no monetarias pueden ser más importantes que el dinero para conservar a los mejores maestros

La docencia es una de las profesiones más importantes que hay, es vital para perpetuar el dinamismo y la productividad de un país. Pero es muy difícil lograr que los maestros más dedicados se comprometan a mantenerse en sus carreras a largo plazo, cuando, como en Chile y Estados Unidos, apenas reciben dos tercios de lo que ganan las personas con una formación académica similar.

Ese es el dilema que trató de afrontar Chile en 2002, cuando decidió crear un premio de reconocimiento a la excelencia docente, como una forma de ofrecer un incentivo monetario para mantener a sus mejores maestros en el sistema de educación pública.  El premio, que se traduce en un incremento medio del 6% en el salario anual hasta por 10 años, se basa en criterios rigurosos. Los postulantes deben presentar un examen escrito demostrando sus conocimientos en el área de competencia y presentar un silabo, incluyendo los planes de clase y la grabación de una de ellas. Tan solo cerca de una cuarta parte de los candidatos logra pasar.

El efecto insignificante de las bonificaciones

Pero el efecto del premio parece ser insignificante en la retención de maestros. De hecho, como lo revelamos Alejandra Ramos y yo en un estudio reciente, es muy poco lo que contribuye el premio a cambiar una situación en la que cerca del 7% de los docentes abandona el sistema público cada año. ¿A qué se deberá esto?

La cuestión apunta a la esencia de lo que significan realmente los incentivos monetarios en una profesión como la docencia que se desarrolla en el sector público, y donde la competencia es limitada y los salarios son fijos. Por ejemplo, una empresa de automóviles en el sector privado puede atraer a los mejores ingenieros de otra empresa de automóviles ofreciéndoles salarios considerablemente más altos. Pero en una profesión primordialmente del sector público como la docencia, dicha competencia en el mercado no existe. En cambio, los mejores maestros que permanecen en la profesión lo hacen porque ven la docencia como un acto de amor; porque sienten que su misión es inspirar a los niños y agudizarles la mente. Algo similar ocurre con los médicos de la organización Médicos sin Fronteras que viajan a lugares remotos del mundo a salvar niños. Es muy posible que la mayoría de esos médicos puedan ganar salarios mucho más altos en la práctica privada. Así que es muy poco probable lograr convencerlos de quedarse a cambio de salarios más altos. Si su motivación fuese el dinero, ni siquiera estarían en la organización.

Los efectos no deseados de un premio

El premio también puede tener efectos no deseados. Por un lado, puede levantar la moral y aumentar el estatus de los ganadores. Pero al aumentar su estatus, por ende, aumentaría también la demanda de sus servicios. Por lo tanto, el premio también puede contribuir a que abandonen las escuelas de bajo rendimiento donde enseñar es más difícil y es donde más los necesitan, para trasladarse a escuelas de alto rendimiento donde enseñar es más fácil y es donde menos los necesitan.

Esto es al menos lo que parece que hemos observado. Nuestro estudio revela que, tras ganar el premio, es 6 puntos porcentuales más probable que los maestros se trasladen a otra escuela en un plazo de 14 meses. Esto explica aproximadamente un tercio de la movilidad laboral que observamos durante este período de tiempo.  Suponemos que, si el motivo de traslado de escuela de muchos de los maestros galardonados no fue para estar más cerca de sus hogares, debieron hacerlo buscando escuelas con alumnos de más alto rendimiento.

Chile, que ha entendido que los salarios de los maestros son muy bajos, ofrece bonificaciones para recompensar a quienes estén dispuestos a enseñar en las comunidades marginadas. Y ha proporcionado una bonificación del 6% para todos los maestros de las escuelas mejor clasificadas dentro de cada una de las distintas categorías que se basan en condición socioeconómica, entre otras consideraciones.

Los maestros pueden valorar más las recompensas no monetarias

Pero nuestra investigación sugiere que los incentivos más importantes quizás no sean de carácter monetario. Si bien pequeños aumentos salariales pueden ayudar a los maestros a pagar sus cuentas, imponerles menos cargas administrativas y proporcionarles oportunidades de desarrollo profesional pueden producir mayores efectos. Esto podría reforzar el sentimiento, entre quienes ya han renunciado a la posibilidad de recibir un salario elevado, de que se les está empoderando para cumplir su misión de moldear la mente de los niños y ofrecerles un futuro mejor. Y ello puede darles esa mayor satisfacción y sentido que constituyen el motor de su perseverancia.

Fuente:https://blogs.iadb.org/Ideasquecuentan/2018/06/25/se-logra-con-dinero-retener-a-los-mejores-maestros/?utm_source=email

Millennials (y generación X): estas son las medidas que deben tomar para asegurar su futuro financiero

Dollar banknotes and Euro banknote and coins are seen in front of destroyed Euro saving money box in this picture illustration taken February 16, 2017.

Image: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

Por: Han Yik

Sé lo que está pensando: otra lección sobre cómo los millennials necesitan ahorrar más. Antes de que frunza el ceño y comience a hacer otra cosa, escúcheme. ¿Quiere trabajar por el resto de su vida? ¿Hasta el día de su muerte? Probablemente no. Pero incluso si la respuesta es ‘sí’, debe considerar si podrá trabajar por el resto de su vida. Pero si la respuesta es un ‘no’ rotundo, debe comenzar a ahorrar.

Los esquemas tradicionales de jubilación (aquellos que pagan un beneficio definido de por vida) se encuentran bajo presión debido a que las expectativas de vida continúan aumentando mucho más allá de cuando fueron elaborados. Si tiene una cuenta de ahorros para la jubilación, ¡felicitaciones! No todos la tienen, lamentablemente. Pero, ¿cuánto necesita para tener seguridad financiera en la vejez? ¿Y está ahorrando lo suficiente? Este es uno de los temas que abordamos en nuestro nuevo informe, “Cómo podemos salvar (ahorrar para) nuestro futuro“.

Image: Tamaño de la brecha de ahorro para la jubilación, 2015-2050 (billones de dólares)/ Mercer

Elaborar un presupuesto es esencial

El primer paso es el más importante: hacer un presupuesto. Es muy probable que sepa lo que está ganando: el monto y la frecuencia con que le pagan. Esas son las “buenas noticias” que son fáciles de retener y nos dan placer. Ahora, ¿cuánto gasta? ¿Semanal? ¿Mensual? Si no está seguro de la respuesta es porque se trata de las “malas noticias”, algo de lo que tratamos de no preocuparnos demasiado. Pero es igual de importante saber cuánto gasta que cuánto gana. Más importante aún, debe gastar menos de lo que gana. Sí, ese es un concepto simple, pero vuelvo a preguntar: ¿sabe cuánto gasta y en qué gasta?

Los ahorros pueden salvarlo

El siguiente paso es priorizar los “ahorros” como uno de los elementos de su presupuesto. Esto es más fácil de decir que de hacer, especialmente si la diferencia entre lo que gana y lo que gasta ya es muy ajustada. No intento decirle dónde debe hacer un recorte: esa es una decisión individual, y todos tienen su propia perspectiva y prioridades en términos de qué es importante. Solo voy a señalar el punto obvio de que los números en sí son blanco o negro: para ahorrar más, necesita gastar menos (o ganar más).

¿Hay algo que pueda ayudar en este sentido? Realmente, sí. Existen posibles soluciones desde un ángulo tecnológico. Las aplicaciones para dispositivos móviles han sido revolucionarias en términos de brindarnos comodidad, pero debe tener en cuenta que esa comodidad también nos ha facilitado el gasto de más dinero. Sin embargo, si vemos el lado positivo, ahora hay un segmento creciente de aplicaciones que apuntan a abordar este problema y a facilitar el ahorro.

Si forma parte de la gran mayoría de las personas de entre 18 y 54 años que están dispuestas a confiar en las aplicaciones móviles con sus datos personales a cambio de ayuda para administrar sus finanzas, entonces está en buena posición para comenzar a ahorrar.

Image: El 93% de los menores de 35 años están interesados ​​en herramientas financieras en línea, siempre que sean creíbles y seguras./ Mercer

Comenzar temprano es la clave: no hay nada como el poder de la capitalización para que sus ahorros crezcan hasta su jubilación. Incluso si aún no ha comenzado, no se desespere: le estoy hablando a usted que pertenece a la generación X, la clave es comenzar a ahorrar, ya que cuanto más se demore, mayor será el impacto en su jubilación.

Image: Cuanto antes comience a ahorrar en su vida, más grande será su riqueza a la hora de jubilarse./ Análisis de EBRI y Mercer

Fuente:https://www.weforum.org/es/agenda/2018/06/millennials-y-generacion-x-estas-son-las-medidas-que-deben-tomar-para-asegurar-su-futuro-financiero

Cuatro generaciones para que los pobres dejen de ser pobres

Volunteers (L) give food to people during a daily food distribution organised by the non-governmental organisation Angeles Malaguenos de la noche (Malaga's Angels of the night) on Christmas eve on a street in downtown Malaga, Spain, December 24, 2017.

Image: REUTERS/Jon Nazca

Por: Guadalupe Moreno

El recién estrenado presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha recuperado el Ministerio de Igualdad como cartera independiente. Además, ha situado a Carmen Calvo, responsable de este, en la única Vicepresidencia del Gobierno. Así, el socialista ha conseguido mandar el mensaje de cuál quiere que sea uno de los principales ejes de su Gobierno: la lucha contra el desigual reparto de la riqueza.

Los organismos internacionales llevan tiempo alertando del aumento de la desigualdad en todo el mundo, fenómeno del que España no se queda al margen. Un reciente estudio de la OCDE aporta un nuevo dato sobre este proceso: en los países que forman parte de la organización, las familias de pocos recursos tienen que esperar de media 4,5 generaciones a que sus ingresos alcancen el promedio nacional. En el caso de España, este periodo de espera es de 4 generaciones, lo que nos sitúa ligeramente por encima de la media.

¿Cómo está cambiando la privacidad en 2018?

People look at data on their mobiles as background with internet wire cables on switch hub is projected in this picture illustration taken May 30, 2018.

Image: REUTERS/Kacper Pempel/Illustration

Por: Javier Arreola-Rosales

Si usas internet, en las últimas semanas debiste recibir decenas de emails que anunciaban la actualización de las políticas de privacidad de sitios donde eres suscriptor. Este año concuerda con la época de mayor actividad regulatoria, coincidente con la sobre la privacidad de los usuarios —escándalos como el de Cambridge Analytica y fugas de datos como las que han sufrido Yahoo, Adobe o eBay no han pasado inadvertidas.

Los 44 exabytes —unos 44 mil millones de gigabytes— de nuevos datos creados en el mundo cada día son demasiado importantes como para repensar su concepción, por lo que vale la pena preguntarnos, ¿cómo se puede interpretar el estado actual de la privacidad? ¿Qué cambios regulatorios hay este año? Y, ¿qué asuntos serán clave para entender el futuro de la privacidad?

Privacidad: Marcos Operativos y Paradojas

Actualmente existen tres marcos operativos con respecto a la privacidad que, aunque no son mutuamente excluyentes, son suficientemente distintos entre sí; están representados principalmente por China, EE.UU. y Europa.

Marco 1: El control chino

El país sino se jacta de tener regulaciones muy estrictas, pero en la práctica, la privacidad no es una prioridad tan importante como el control. No tiene un marco regulatorio unificado, sino que las posturas se han ido adaptando a estrategias como el plan “Hecho en China 2025” y el “13º Plan Quinquenal de Informatización Nacional.”

El modelo privilegia la recolección, interconexión y resguardo de información por parte del Estado. En la inauguración de un data-center nacional, el presidente Xi hizo un llamado a construir “infraestructura de información segura, ubicua, móvil y de alta velocidad, integrando los recursos de datos sociales y gubernamentales, y mejorando la recopilación de información fundamental y recursos de información importantes en áreas claves.” Además, el Artículo 37 de la Ley de Ciberseguridad menciona que la información relevante recolectada por las tecnologías chinas debe ser almacenada en China continental.

Marco 2: La autorregulación estadounidense

A pesar de los escándalos de los últimos tiempos, los Estados Unidos no han tenido grandes avances a este respecto, ya que la regulación vigente data de la Ley de Privacidad de 1974. Barack Obama propuso en 2012 el proyecto de ley de Declaración de Derechos de Privacidad del Consumidor, que naufragó en el Congreso. Asimismo, el entonces presidente promulgó una serie de lineamientos para la Comisión Federal de Comunicaciones para que las compañías de telefonía no pudieran ver y seguir todo lo que hace un usuario de telefonía, mismas que ya fueron revocadas por Donald Trump.

Entonces, la postura general estadounidense ha sido la de desregulación, complementada por el obsoleto marco legal del Internet, basado en leyes desarrolladas entre las décadas de los 1970s a 1990s. Cada que se presenta una propuesta de ley al respecto, acuden cabilderos de diferentes industrias con el argumento de que la innovación del sector pasa por la capacidad de las empresas de recopilar, analizar, vender y monetizar los datos de los usuarios, y que dichas corporaciones son el mejor actor para decidir sobre los datos.

Así se ha identificado la Paradoja de la Privacidad, que enuncia que las personas decimos que nos preocupamos por controlar nuestra información privada en línea, pero en la práctica estamos altamente dispuestos a revelarla. Así, mientras encuestas señalan que alrededor del 74% de las personas están de acuerdo en que la privacidad les es muy importante y que el 64% piensa que la privacidad en línea debería ser un derecho humano, un estudio del MIT encontró que 98% de un grupo de estudiantes revelaría los correos electrónicos de sus amigos a cambio de una pizza “gratis”. No es de extrañar que apenas el 31% de los usuarios entienda qué hacen las compañías con la información que ellos les facilitan.

La Paradoja de la Privacidad tiene implicaciones en aspectos como privacidad de datos, seguridad y contenido, gravamen de impuestos y competencia, que se pueden sintetizar en la proliferación de modelos de negocio con recolección primaria y secundaria de datos. En los modelos primarios, las empresas recolectan información sobre lo que hacen las personas en sus plataformas y explotan la información para aumentar el engagement a través de sugerencias y mecanismos que detonan la entrada a los sitios de internet.

Pero en los modelos secundarios, las empresas comparten la información con fines de sinergia e inclusive, explotación. Los casos positivos incluyen el internet de las cosas, mientras que los casos negativos incluyen la divulgación de nuestra ubicación, búsquedas en línea e interacciones, donde a cambio del uso gratuito, los usuarios somos el producto y nuestra información se convierte en activo de capital corporativo.

La paradoja también se vuelve un ciclo al analizar los intereses de los actores. Mientras las compañías tecnológicas buscan mejorar sus servicios gratuitos y de bajo costo a partir de la explotación de los datos del consumidor, los usuarios de internet extraen más valor de los servicios que las compañías ofrecen —a menudo proporcionando aún más información—. Por otro lado, los reguladores quieren garantizar que la información, sea utilizada adecuadamente, aunque, ni los usuarios ni las empresas le dan importancia al asunto… hasta que las cosas salen mal.

El tema es relevante antes de que las implicaciones del poder computacional se pueden volver más grotescas. Hace unos meses se hablaba de cómo Cambridge Analytica explotó exámenes de personalidad para establecer perfiles psicológicos que permitieran enviar mensajes personalizados que alteraran a diferentes votantes. En el debate de las últimas semanas destaca el de las tecnologías de reconocimiento facial. Amazon desarrolló el software Rekognition para analizar bases de datos de rostros y documentos. En un primer experimento a nivel gubernamental, las municipalidades de Orlando y Washington County conectaron el sistema a su circuito de cámaras de seguridad, y lo compararon con 300 mil credenciales, lo que permitió identificar a algunos transeúntes en las calles con alto grado de precisión.

Se intuye que la siguiente fase podría ser desarrollar este sistema para los policías, con el que podrían identificar a las personas en manifestaciones y revueltas, o detener infractores en conciertos o estadios. Una treintena de organizaciones se han manifestado en contra de anular lo que consideran el derecho a caminar por la calle sin ser vigilado por el gobierno. Este ejemplo muestra que nuestra privacidad tiene implicaciones que, hasta cierto punto, ni siquiera nosotros podemos controlar.

Marco 3: El empoderamiento europeo

Después de 6 años de debate y otros 2 de haber sido promulgado, el 25 de mayo pasado entró en vigor el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (GDPR, por sus siglas en inglés). La nueva legislación, con alta influencia alemana y enunciada antes de escándalos como el de Facebook-Cambridge Analytica, es una ley de privacidad multidimensional, robusta y con una estrictez casi radical. Entre las disposiciones del GDPR, destacan:

Portabilidad de Datos – Requerirá que los usuarios den continuamente su consentimiento explícito de que aceptan o no cómo se utiliza, comparte y analiza su información. Además, tendrán el derecho de poder darse de baja de los servicios sin detrimento, y se podrán llevar sus datos si así lo desean, incluyendo los datos personales, los encriptados, los metadatos, la geolocalización, la IP, entre otras.

Image: NTX

Derecho (voluntario) al Olvido – Usuarios podrán exigir que se elimine la información que una empresa tenga de ellos, como si nunca hubieran usado el servicio.

Derecho a la Rendición de Cuentas y exigencia de claridad en los términos – Los usuarios tendrán derecho de pedir explicaciones a las empresas sobre las decisiones que los algoritmos tomen sobre ellos. Además, se demanda que las condiciones sean inequívocas y específicas, por lo que cláusulas como “sus datos serán utilizados para mejorar nuestros servicios” serán insuficientes.

Nuevas responsabilidades que derogan la autorregulación – El GDPR expande la responsabilidad de las compañías a toda la cadena de procesamiento de datos, incluyendo compradores, proveedores, agentes y sub-contratistas. Además, exige la creación de un “Data Protection Office” (DPO) para dar mantenimiento a la información resguardada y ser el punto de contacto ante autoridades.

Cambios en el resguardo y filtrado de los datos – Obliga a las compañías a tener más “higiene de datos,” al exigir que continuamente justifiquen para qué tienen un dato. También da el mandato de resguardar la información únicamente en países que tengan legislaciones similares. Por otro lado, obliga a las compañías a reportar cualquier fuga de datos en menos de 72 horas de haber sido identificada.

Es importante subrayar que, si cualquier empresa del mundo tiene actividades en la Unión Europea (UE), el GDPR obliga que se cumplan sus estándares. Así, la UE se ha anotado un tanto al definir la filosofía de una legislación que podría convertirse en un modelo para el resto del mundo, ya que los únicos países con regulación a la altura del estándar europeo son Andorra, Argentina, Canadá, Israel, Nueva Zelanda, Suiza y Uruguay.

El GDPR no ha estado libre de controversias, no solo por el tema de la privacidad, sino por la explosión de costos que traerá. De acuerdo con un estudio de la IAPP en conjunto con EY, las empresas de la Fortune 500 tendrán que destinar un promedio de $16 millones de dólares por corporación para cumplir la nueva regulación.

El no hacerlo tiene el potencial de no tener acceso al mercado europeo, a mecanismos para compartir información, o a servicios de terceros. A nivel competitividad, podría retrasar el desarrollo de tecnologías clave como la Inteligencia Artificial, donde China está ganando velocidad por el gigantesco volumen de información que generan sus habitantes.

Las claves del futuro de la privacidad

Clave 1: La evolución de actividades críticas

Diferentes actividades que son críticas para la oferta tecnológica tendrán que evolucionar rápidamente. En el caso de la mercadotecnia, las empresas tendrán que adaptar sus actividades de marketing basado en datos y micro-segmentación, al tiempo de cumplir la legislación. En un caso extremo, algunas empresas podrían encontrar que los costos de cumplimiento regulatorio volverían los modelos de negocio insostenibles, por lo que se tendrían que reinventar, o arriesgar una caída gradual.

En el caso de la ciberseguridad, las exigencias de transparencia impactarán en la adopción de estándares internacionales de seguridad de la información y reformarán la cantidad, uso y resguardo de los datos que se recopilan. Este rubro es un talón de Aquiles para las empresas: el 39% de las amenazas a la seguridad de los datos vienen de dentro de las organizaciones, y no de hackers.

Clave 2: Cambios en la experiencia de los usuarios

En el aspecto positivo, las empresas proveerán a los usuarios de guías para realizar peticiones de información recolectada, de eliminación de datos o de quejas por filtraciones. Pero esto también implicará que aquellos flujos y trayectorias de los clientes para aceptar términos y condiciones no serán tan sencillos: los usuarios serán interrumpidos y forzados a revisar, decidir y reconsiderar cada elemento de información que introducen.

Cada proceso traerá nuevos costos a las empresas. Pero los usuarios también verán nuevas barreras de fricción al grado de que podrían tener una experiencia abrumadora con miles de decisiones en appssmartphones y sitios web. Por tanto, los usuarios tendrán que educarse más en materia de privacidad de sus datos.

Clave 3: Incremento de costos con efectos asimétricos

Es indiscutible que la regulación de la privacidad incrementará los costos, pero los efectos varían en diferentes dimensiones. Por ejemplo, una gran corporación en un país desarrollado deberá contratar alrededor de cinco empleados para enfocarse de tiempo completo en garantizar la privacidad y otros cinco para cumplimiento regulatorio.

Pero en el caso de una empresa pequeña, tendrán que evaluar factores como mercado en el que participan, tecnologías que usan y su modelo de negocio. En el caso de países desarrollados, una empresa pequeña gastaría al menos un millón de dólares adicionales al año en cumplir la legislación, lo que podría mermar su potencial de crecimiento.

Otros afectados serían los países en desarrollo, como Brasil, India, México y Rusia quienes tienen importantes vínculos con países desarrollados y no fueron tomados en cuenta para las diferentes legislaciones. Los emergentes tendrán que cumplir un estándar de mundo desarrollado a precios muchas veces prohibitivos dados sus menores costos de vida y de negocio. Curiosamente, estos países muestran menos preocupación por la privacidad digital, confían más en el contenido online, y son más susceptibles a creerle a las fake news.

Clave 4: Redefinición de premisas como roles y responsabilidades

La entrada en vigor del GDPR coincide con el desarrollo de regulaciones de privacidad en 6 países del americanos, 2 europeos, 10 africanos y 8 asiáticos. Estos procesos han demostrado que el tratamiento de los datos será un tema arduo y en continua evolución.

Ya que los gobiernos tienen muy poco conocimiento tecnológico y no son expertos en seguridad de datos, tendrán que comprometerse a desarrollar conocimientos al respecto y a tener un rol activo para salvaguardar la privacidad de los consumidores. El proceso implicará la migración de los datos, que deberían pasar de ser un activo contable a un derecho cívico… Todo ello sin trastocar la competitividad.

Clave 5: Oportunidades de negocio

Los directivos de pequeñas y medianas empresas son los más propensos a no tener conocimiento o instrumentos para implementar esta nueva legislación, lo cual abre una ventana para aquellos que sí estén tomando acciones para ponerse al día en la legislación.

Otra área de oportunidad es para los países que tienen negocios de servidores para resguardo de información y de computación en la nube, ya que tendrán que cumplir la regulación para hacer negocios con la UE. Al combinar una propuesta de economías de escala, costos de electricidad, laborales y otros costos económicos, se puede llegar a optimizar una oferta que desarrolle la industria en países que se habían quedado fuera.

Finalmente, las tendencias dispararán la cotización de iniciativas de digitalización, atestación y gestión de la identidad basadas en blockchain. En el sector privado destacan las startups Sovrin, UPort, Blockstack, Evernym, Civic, CryptID, tykn, ShoCard, SecureKey, entre otras. A nivel estatal destacan las iniciativas Aadhaar de la India, la verificación electrónica de Estonia y los esfuerzos de digitalización de identidad en localidades suizas.

Clave 6: Antecedentes a regulaciones futuras

Las experiencias de regulación reciente dejaron claro que el avance tecnológico requerirá otras regulaciones futuras, entre las que se encuentran la Inteligencia Artificial en sus diversos módulso, la propiedad intelectual generada por machine learning, o la misma concepción-gestión de la identidad.

Sin embargo, la regulación más importante podría ser el marco del capitalismo de datos, en el que la capitalización de las empresas no esté anclada únicamente al precio de sus acciones, sino a la riqueza de sus datos. Las empresas que no cuenten con datos difícilmente podrán competir, por lo que profesores como Mayer-Schonberger de la Universidad de Oxford anticipan que los gobiernos terminarán gravando impuestos a los datos para garantizar la competitividad en el futuro, evitando la dictadura de los datos.

Fuente:https://www.weforum.org/es/agenda/2018/06/como-esta-cambiando-la-privacidad-en-2018

Un futuro alimentario en manos de la tecnología (pero no solo)

A worker harvests arabica coffee cherries at a plantation near Pangalengan, West Java, Indonesia May 9, 2018.

Image: REUTERS/Darren Whiteside

Imaginemos que un silencioso dron sobrevuela hectáreas de terreno en torno al lago. Fotografía cada milímetro de los campos, rebosantes de frondosas plantaciones de maíz y envía inmediatamente las imágenes, capturadas en tres dimensiones y con medición térmica, a la base de datos a través de una conexión inalámbrica híperveloz. El servidor central recibe simultáneamente los datos de temperatura, humedad y grosor que le suministran unos sensores repartidos por el terreno y otros chips colocados en cada una de las plantas. Si se detecta algún problema, o a través de las imágenes se deduce la posible presencia de alguna peste, el sistema lo corrige al instante, ya sea a través de los circuitos de riego automáticos, los tractores automatizados o los brazos robotizados con raíles que recorren la plantación.

El maíz, editado genéticamente, se distribuye en distintos cuadrantes en función de su color y su sabor, para satisfacer así los gustos de todo tipo de consumidores. Son plantas enormemente productivas. Los retoques en su ADN garantizan también que estas variedades resistan las plagas endémicas del lugar y que sean capaces de salir adelante con la menor cantidad de agua posible, además de resistir a las cada vez más frecuentes tormentas e inundaciones que azotan esta parte del mundo.

Como en tantos ámbitos de la vida, lo que hace un par de décadas podía sonar a agricultura-ficción” es hoy una realidad más que posible. La velocidad a la que se producen los distintos avances tecnológicos empujan a muchos a pensar que la llamada agricultura de precisión –de la que hablaremos ahora–, combinada con la ingeniería genética y el uso de los datos, puede solucionar la mayoría de problemas que presentábamos en el primer capítulo de este libro* y alimentar a los casi 10.000 millones de personas que seremos en 2050 con la máxima eficiencia en el uso de los recursos y adaptándose al cambio climático y demás desafíos.

La Revolución Verde se llevó a cabo aprovechando los avances químicos y de ingeniería agrónoma que siguieron a la II Guerra Mundial. Aplicando tecnologías que, como hemos visto, no tenían en cueta la sostenibilidad. Quizá por eso, una de las principales preocupaciones antes de lanzarse a una nueva revolución agrícola es que esta sea cualitativamente diferente a aquella que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX.

Los defensores de aplicar las últimas tecnologías a la producción de alimentos sostienen que las técnicas de hoy no solo permiten una producción inofensiva para el entorno, sino que pueden convertir la agricultura, la ganadería o la pesca en unas actividades beneficiosas para los humanos, los ecosistemas y todo el planeta.

¿Cuánto hay de cierto y cuánto de esperanza utópica?

Las tecnologías de vanguardia tienen la capacidad para cambiar realidades sociales, económicas o políticas de gran escala desplazando a los modelos existentes. Y, por ello, presentan grandes oportunidades, pero también riesgos y encrucijadas. Veamos qué posibilidades nos ofrece el progreso para aplicarlas en la agricultura. agricultura 3.0.

¿Realidad o ficción?

Aunque todavía quede tiempo para ver campos robotizados e hipereficientes como el que describíamos arriba, la expansión de internet –sobre todo a través de los dispositivos móviles– ya está dando sus frutos en muchos lugares del mundo, al menos en los países desarrollados.

El uso de aplicaciones móviles, por ejemplo, para conocer la predicción meteorológica da a millonede agricultores una pequeña gran ventaja para actuar en consecuencia. También existe otro tipo de “apps”, como la desarrollada por la FAO para luchar contra la plaga del gusano cogollero en África.

A principios de los años 90, cuando surgía la preocupación sobre los impactos medioambientales y sociales de la agricultura intensiva, el gobierno de los Estados Unidos impulsó el uso de tecnologías de este tipo en la agricultura, originalmente destinadas a fines militares. La hoy llamada “agricultura de precisión” vino a ser una forma de aprovechar esos avances al tiempo que se retocaba el modelo agrícola dominante para hacerlo más ecológico.

La idea seguía siendo continuar con grandes extensiones de monocultivos de alto rendimiento. Pero para salvar ese modelo, que empezaba ya a dar muestras de agotamiento, se echó mano de los últimos avances tecnológicos para calcular el uso mínimo de agua, fertilizantes y pesticidas sintéticos y otros químicos que requerían esos cultivos.

Lo que se perseguía era conseguir que los cultivos del planeta fueran algo parecido a ese campo inteligente imaginario con el que arrancábamos el capítulo. ¿Y cómo se podía conseguir? Gracias a lo que hoy llamamos el Internet de las cosas, es decir, aprovechando todo tipo de sensores interconectados entre sí, que permitirían –en gran medida permite ya hoy en día– tener en tiempo real más información sobre el estado y necesidades de los cultivos (y lo mismo con la acuicultura o los animales) de la que los agricultores han tenido nunca.

Conocer el estado exacto de una vaca, su peso, sus molestias, o su nivel de hidratación evita gastos innecesarios de alimentación o cuidados. Tener una imagen precisa del estado de un arrozal y monitorizar la llegada de plagas también permite reaccionar al instante y elude la aplicación de químicos de forma preventiva. Y estos son solo algunos ejemplos de cómo la obtención y el manejo de todos esos datos –con sensores térmicos, receptores de radiación, satélites, drones o cámaras de alta definición conectados entre sí y combinados con la inteligencia artificial– pueden ayudar a los productores de alimentos a adaptarse a las condiciones en cada momento y maximizar su eficiencia.

Imaginemos un sistema hiperconectado en el que una planta en cuestión recibe la cantidad exacta de agua en el momento óptimo del día y un fertilizante adecuado a su estado y a la época del año al tiempo que se monitoriza el nivel de nutrientes del suelo y se calcula qué cambios serán necesarios para evitar su agotamiento.

Sin embargo, esta aproximación a través de los datos presenta el mismo problema milenario que la agricultura ha arrastrado durante toda su historia: la incertidumbre.

La variabilidad de las condiciones de cultivo, en función de la zona, el tipo de suelo, el clima y las distintas pestes y amenazas es en muchas ocasiones incontrolable y, por eso, requeriría que los sistemas de precisión se adaptaran a cada lugar concreto.

Para ello, será necesario desarrollar algoritmos capaces de procesar todas esas variables, predecir los posibles cambios y reaccionar a cada uno de los incontables escenarios posibles. Porque una cosa son los beneficios que la recogida de datos y su procesamiento tienen para la propia producción de comida, y otra el efecto multiplicador que esto puede tener si la práctica se empieza a generalizar y extender.

Predecir el futuro

En este sentido, las llamadas “tecnologías de registro distribuido”, como el blockchain (cadena de bloques, en inglés), abren nuevas y mareantes posibilidades. A diferencia de las bases de datos tradicionales, la capacidad de estas técnicas de asegurar y proteger la procedencia y veracidad de los datos permite imaginar no ya un campo, sino un mundo agrícola interconectado que multiplique exponencialmente su eficacia.

Cada martes y cada jueves, a primera hora de la mañana, una veintena de profesio ales se reúnen en un despacho de la sede de la FAO en Roma para cotejar y analizar las alertas de enfermedades animales que les han llegado por correo electrónico y otras vías desde distintos lugares del mundo. Es una buena forma –y bastante eficaz– de estar preparados para reaccionar lo antes posible y evitar contagios y propagaciones transfronterizas.

Pero ahora imagine el lector lo siguiente: todas las vacas, ovejas, cabras, cerdos y pollos de todos los rebaños y explotaciones ganaderas del planeta, equipados con sensores que miden parámetros como la temperatura corporal y otros indicadores de enfermedades. Todos conectados y analizados desde el ordenador de cada pastor o ganadero. Y estos, a su vez, conectados entre sí, en un servidor capaz de geolocalizar cada pequeña infección, rastrear su evolución y hasta averiguar su origen. El avance es significativo ¿no?

Y compartir información en cadena también cambiaría la forma de consumir. Podría permitir, por ejemplo, una trazabilidad exacta del tomate que nos llevamos a la boca o el contenido de la lata de atún que añadimos a nuestra ensalada. Y así saber si las prácticas del agricultor que lo produjo nos convencen.

Podríamos conocer también cuántos kilómetros recorrió el tomate y qué cantidad de emisiones generó. O asegurarnos de que el pescado que comemos sea realmente atún y que haya sido capturado de forma legal.

El potencial es casi infinito. Pero los riesgos tampoco son desdeñables. La concentración de esa información en pocas manos pondría a quienes la controlaran endisposición de manejar a su antojo el mercado global de alimentos, desde su producción hasta su distribución. Imagínese, por ejemplo, el efecto en cadena que podría tener sobre los precios alguien que tuviera información suficiente como para predecir la cosecha en los distintos lugares del mundo y especular en consecuencia para su propio beneficio.

El mal uso es, de hecho, una de las grandes preocupaciones que despierta el uso generalizado del big data, y no solo en la agricultura. Por eso parece necesario avanzar en el desarrollo de sistemas de seguridad que garanticen la privacidad y la protección de los datos. Y el establecimiento de regulaciones que señalen claramente las condiciones en las que toda esa información se puede compartir, para no generar posibilidades de abuso o posiciones dominantes indiscutibles.

Editar antes de servir

Desde los albores de la agricultura, el ser humano ha ido modificando las variedades que plantaba para mejorarlas: para adaptarlas a nuevos climas, para conseguir que fueran más resistentes o fructíferas, o para adecuarlas a sus necesidades o gustos. A veces incluso estéticos. Y lo mismo con los animales, a través de cruces y crianza, para conservar los más fuertes y mejores.

Ese trabajo milenario de agricultores, pastores y ganaderos ha servido para preservar una biodiversidad rica y variada que supone un gran arsenal de opciones ante posibles imprevistos. Biodiversidad que, como decíamos en capítulos anteriores, se ve hoy amenazada por el monocultivo extensivo y la marginación de las especies menos rentables desde el punto de vista comercial.

El riesgo de esa apuesta por algunas variedades es que perdamos otras “de repuesto” por si algún día nos fallan las primeras. Pensemos en la banana Cavendish, esa que supone casi la mitad de los plátanos del mundo, y en lo que podría suceder si una plaga la arrasara o la hiciera inviable.

Pero según algunos de los más firmes defensores de la tecnología, eso no debería suponer un problema. De ese proceso tradicional de mejora de las variedades, hemos llegado a un punto en el que la evolución de la ingeniería genética nos permite “editar” la cadena de ADN de una planta para, por ejemplo, hacerla resistente a una plaga. O conseguir que salga adelante con menos agua. O que produzca más grano. Y más allá.

Porque, en realidad, nos permite hacer prácticamente de todo. Cambiar el color de los tomates, el tamaño de las mazorcas, evitar que los champiñones se pongan marrones con el paso del tiempo. Pero también obtener vacas sin cuernos, pollos con más carne, etc.

Las consideraciones éticas son el punto de partida de la discusión. A día de hoy, hay muchos reparos en abordar la posibilidad de editar el genoma humano. Menos a la hora de hacerlo con animales, aunque aún no se venden alimentos de origen animal modificados de esta forma. Y muchos menos todavía en hacerlo con plantas, algo que ya es legal en países como Estados Unidos.

De hecho, iniciativas como la llamada “tecnología de repeticiones palindrómicas cortas, agrupadas y regularmente interespaciadas” (CRISPR, por sus siglas en inglés) permiten modificar aspectos concretos del genoma (es decir, el “libro de instrucciones” o “código fuente” de los organismos vivos)para obtener esos resultados deseados.

Porque ya se puede “leer” digitalmente lasecuencia de gran cantidad de especies vegetales o animales, e incluso de microbios. Y con el sistema CRISPR, se puede editar y cambiar de una forma cada vez más sencilla y menos costosa. Es un poder, aquí sí, prácticamente ilimitado que nos permite alterar la biosfera y reescribir las moléculas de la vida casi en cualquier modo que imaginemos.

Organismos genéticamente modificados

Quizá, para el lector, estas técnicas evoquen los famosos –y polémicos– transgénicos, pero hay algunas diferencias importantes. Los transgénicos u organismos genéticamente modificados, que empezaron a expandirse y comercializarse en los años noventa, aprovechaban la bioingeniería para mejorar los cultivos.

Lo hacían añadiendo al ADN de un tomate, por ejemplo, material genético externo o extraño (ya sea de otros organismos o salidos de un laboratorio). Así, se elaboraron trigos resistentes a enfermedades como la roya y otros cultivos transgénicos –como el famoso arroz dorado– que prometían menos problemas y mayor productividad.

Las reticencias contra la producción y consumo de alimentos transgénicos han sido muy numerosas, pese a que a día de hoy no hay evidencia de que sean perjudiciales para el ser humano. Otro argumento de sus detractores es que esos cultivos “mutantes” y “antinaturales” podrían mezclarse en la naturaleza y dar lugar así a “monstruos”, aunque tampoco se han registrado casos. Y también, como veremos en el siguiente capítulo, hay quien los ha acusado de ser una trampa y una posible ruina para los pequeños agricultores.

Pero la mayoría de estas objeciones se diluy con las nuevas técnicas de edición genética. Con ellas no se fuerza la naturaleza ni se hacen mezclas de genes imposibles. Toda mutación o modificación que se haga sobre la cadena de ADN de un organismo con la edición genética podría darse también de forma natural.

Es una forma, dicen sus partidarios, de acelerar hasta velocidades insospechadas el proceso tradicional de selección y mejora de las variedades que los agricultores han practicado durante siglos. También, sostienen sus defensores, ofrece nuevas posibilidades para estudiar y preservar la gran biblioteca de la biodiversidad y conocer más a fondo la utilidad de los recursos genéticos.

Con todo, también hay riesgos. Por un lado –y pese a que la precisión de algunos sistemas CRISPR se cifra en un 99,5%– existe la posibilidad de que se produzcan cambios sobre organismos o genes a los que no se dirige la edición, con resultados indeseados. Por otro, toquetear algo tan complejo –y de lo que aún queda mucho por descubrir– como el genoma, podría tener consecuencias inesperadas. Por no hablar de los peligros de un mal uso intencionado de esta tecnología para generar armas biológicas.

De nuevo, resolver y consensuar las cuestiones éticas que rodean estas nuevas técnicas y regular su uso frente al abuso es una misión ineludible para los gobiernos de todo el mundo y las agencias internacionales. Partiendo de la evidencia científica –y no de la superstición–, con la honestidad suficiente para explorar el verdadero potencial agrícola de la ingeniería genética.

¿Quién controla la tecnología agrícola?

Quizá el lector o la lectora, al conocer estas posibilidades –y aun asumiendo sus riesgos– se siente aliviada. Puede que no vea claro que solo con los principios de la agroecología seamos capaces de alimentar a una población creciente sin agotar los recursos naturales del planeta. Y es posible que, habiendo experimentado en primera persona los milagros de la ciencia moderna (en la medicina o en la comunicación, por ejemplo) confíe más en que será la tecnología la que solucione una vez más la papeleta.

Pero hay que poner en perspectiva el desarrollo de estas tecnologías y su posible aplicación y expansión. Desde mediados de los años ochenta, las economías y las sociedades de todo el mundo han sufrido cambios muy importantes. La liberalización de las reglas comerciales, iniciada entonces y extendida con el proceso de globalización, ha dado lugar a una concentración en pocas manos de los mercados a todos los niveles. Y el alimentario es un buen ejemplo.

Un puñado de multinacionales se reparten la inmensa mayoría de la producción y venta de semillas y pesticidas o fertilizantes, así como la investigación y comercialización de transgénicos. Otro pequeño grupo domina el sector de la distribución de alimentos. Y así con todo.

El tamaño de esas grandes corporaciones las convierte en actores centrales del sistema alimentario, al tiempo que resta a los Estados y gobiernos capacidad de acción. Las empresas, por su propia naturaleza, se mueven generalmente por intereses comerciales.

Vemos como, en el campo de la investigación agrícola, las compañías dominantes protegen sus avances con patentes para, obviamente, obtener un beneficio por ellos. Y también se centran en aquello que les es más rentable: los países más desarrollados o las economías de renta media.

Es aquí donde aparece una de las principales pegas de la tecnología como solución al reto de alimentar a todo el mundo protegiendo –y recuperando– los recursos naturales: por ahora, deja a un lado a los países en desarrollo y, sobre todo, a los pequeños agricultores.

Y sin contar con ellos –que constituyen una parte mayoritaria y esencial del sistema de producción de alimentos– no hay solución que valga. Si las herramientas de la agricultura de precisión son desarrolladas solo por las grandes multinacionales, parece bastante probable que sean ellas mismas las que se queden con los datos que esos sistemas capturen, en compensación por su labor de innovación.

Lo mismo con los grandes distribuidores y productores de comida y los datos de trazabilidad o consumo. Por eso, aún en el caso de que solo con tecnología, datos y edición genética se consiguieran formar sistemas productivos supereficientes que fueran sostenibles desde el punto de vista medioambiental, no podrían serlo desdeel punto de vista social si no se regula y limita su explotación.

Quizá un mundo poblado de grandes explotaciones hiperconectadas como las que describíamos al inicio podría producir comida para todos. Podría –a largo plazo– incluso lograrlo respetando y dando aire a un planeta oprimido. Pero todo el proceso requeriría probablemente dejar sin tierra y sin modos de vida a cientos de millones de personas; empujar a la pobreza –y al hambre– a millones de familias; generar inestabilidad, conflictos y migraciones descontroladas.

Y, sin el control y las regulaciones adecuadas, podría dejar en unas pocas manos privadas el futuro de la alimentación, excluyendo a la mayor parte de la humanidad y desterrando cualquier alternativa. Está claro que no pueden desdeñarse las posibilidades que ofrece la tecnología. Y mucho menos en base a creencias sin base científica.

El enorme reto que tenemos entre manos bien merece explorar todas y cada una de las posibilidades. Y los últimos logros de la ciencia, además, no tienen por qué ser enemigos de los principios de la agroecología. Más bien al contrario, ambos se pueden –y deben– complementar perfectamente.

Pero, sobre todo, hay que garantizar que los beneficios de todo ello alcancen a los 2.500 millones de pequeños productores de comida. Los que dan de comer al 80% del mundo y al mismo tiempo son los que más hambre pasan. En los protagonistas de esa terrible paradoja reside, precisamente por ello, el futuro de la alimentación.

Fuente:https://www.weforum.org/es/agenda/2018/06/un-futuro-alimentario-en-manos-de-la-tecnologia-pero-no-solo

57% de las mexicanas morirá sin pensión: Cepal

Para Alicia Bárcena la integración de mujeres al mercado laboral bajaría la pobreza en AL. Pero México no resuelve el reparto del trabajo en el hogar, así que 57% de ellas envejece sin pensión.

Foto: Fernando Luna Arce/Forbes México.

Por: Viridiana Mendoza Escamilla

“Hablamos de igualdad, no de equidad”. Alicia Bárcena es tajante. Considera que las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos y capacidades; por lo tanto, dice, deben gozar de las mismas oportunidades y tener las mismas exigencias para generar resultados.

La plena inclusión de las mujeres en el mundo laboral y educativo, desde el punto de vista financiero, le parece fundamental. “En la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que Bárcena ha encabezado en los últimos 10 años) abogamos por la autonomía económica de las mujeres, que tengan derecho a la emancipación, a la independencia. La autonomía económica se vincula con la posibilidad de controlar los activos y recursos, y liberar a las mujeres de la responsabilidad exclusiva de las tareas reproductivas y el cuidado”, afirma la funcionaria en entrevista.

El último estudio de la CEPAL, Panorama Social (2014), dice que la inclusión plena de las mujeres en el mercado laboral (a partir de los 15 años, inicio de la edad productiva) reduciría la pobreza en México en 4%. Los avances serían mayores en Bolivia, Panamá, Paraguay y Perú, donde la pobreza se reduciría 6%, y en Argentina y Uruguay bajaría sólo 1%.

De acuerdo con el estudio, México está en un punto medio en la región. Argentina y Uruguay ya pusieron manos a la obra y lograron que el tema de la igualdad sea más abordable, pero en Centroamérica queda mucho por hacer.

Explica también que la incorporación de las mujeres generaría impactos profundos en el pleno ejercicio de la autonomía, la realización de capacidades y potencialidades personales, el acceso a la protección social contributiva y la sociabilidad ampliada, más allá del hogar.

“En el fondo, el problema más grande que tienen las mujeres es que salen a trabajar y, cuando llegan a casa, tienen doble o triple trabajo, porque no hay un reparto equitativo de la labor doméstica en la familia”, dice Bárcena a Forbes México.

Más educación y menos oportunidades

En teoría, dice Bárcena, las mujeres de AL están más capacitadas que los hombres y deberían tener, al menos, las mismas oportunidades: en promedio, reportan 9.5 años de educación cursados, mientras que el promedio de los hombres es de 8.8 años.

“Las mujeres estudian más años, están mejor preparadas, pero cuando llegan al mercado se hace toda la diferencia en salario, en oportunidades. Una de cada cuatro mujeres que trabajan lo hace en sectores de baja productividad, no está recibiendo un salario alto, tampoco tiene oportunidad para innovar o para participar en sectores de mayor productividad y especialidad, como el tecnológico”.

En el promedio regional, las mujeres que viven en zonas urbanas perciben salarios 16.1% más bajos que los hombres en las mismas condiciones. La CEPAL alerta sobre el aumento de la brecha entre aquellos que han estudiado más, pues, con 13 o más años de estudios, las mujeres ganan sólo 74.4% de lo que reciben los hombres.

“Cuando ya ingresaron al mercado laboral, ante una misma calidad y capacidad, deberían ganar el mismo sueldo… y eso no está ocurriendo. Por 100 pesos que gana un hombre, la mujer gana 82. Debemos llegar a una igualdad total”.

Uno de los factores que inhiben el camino a la igualdad en materia de ascensos laborales y salarios es la cultura, pues se concibe a la mujer como el miembro de la familia que tiene la obligación de dejar su trayectoria profesional para proveer cuidados. Actualmente, el valor del trabajo no remunerado en los hogares se estima entre 15 y 24% del PIB; sin embargo, no genera beneficios para el futuro de quienes lo desempeñan.

“La igualdad, si se logra, puede ser un gran impulsor del crecimiento. Las bajas cifras de inclusión laboral no quieren decir que las mujeres no trabajen. Trabajan, pero no tienen un trabajo remunerado; lo hacen en el hogar o al cuidado de los adultos mayores, niños y discapacitados. Esas mujeres que trabajaron toda su vida y al final no tienen una pensión… 57% de las mujeres en la región no tiene una pensión para enfrentar la vejez”.

Nuevo presidente, ¿nuevas oportunidades?

La reunión con esta publicación ocurrió en el piso 14 de las oficinas de CEPAL, en la Ciudad de México. Durante una breve escala en el país, la secretaria ejecutiva aprovechó para visitar a su familia y ver por televisión el segundo debate presidencial.

Bárcena explica que México tiene una oportunidad valiosa para acortar la brecha de género de cara a las elecciones, pues se puede pensar en nuevas medidas de política pública.

“Se puede profundizar en la implementación de compromisos asumidos con relación a la igualdad de género y seguir promoviendo una visión estratégica de mediano plazo que apunte a la eliminación de los nudos estructurales de la desigualdad de género en las políticas económicas, sociales y medioambientales en los presupuestos”.

Sin embargo, dice, es precisamente en los presupuestos donde un nuevo gobierno enfrentará mayores retos.

“Un desafío para el nuevo gobierno es garantizar asignaciones de recursos suficientes para las políticas de igualdad de género y la autonomía de las mujeres, así como el fortalecimiento de los sistemas de monitoreo, evaluación y rendición de cuentas”.

Una vez que el gobierno consiga que los recursos fluyan en la dirección correcta, hará falta un reajuste de las políticas en los planos federal y estatal, pues es en la población rural donde se da la mayor incidencia de discriminación y violencia, particularmente el embarazo infantil.

“Se debe fortalecer la arquitectura institucional, con especial atención en los niveles subnacional y local, y reorientar las políticas públicas y promover un cambio cultural para erradicar la discriminación contra mujeres en todas las esferas”.

Cuestionada sobre el hecho de que el candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, dijera en el debate que, en su gobierno, Bárcena sería la embajadora de México ante la ONU, ella responde (casi en confidencia), que para ella fue toda una sorpresa que su nombre saliera a relucir.

“Tenemos que ver hacia dónde vamos con la agenda 20-30 [de la ONU]; ver por qué la desigualdad es ineficiente económicamente. Ésa es mi tarea, una tarea que quiero concluir apropiadamente. Llevo 10 años en la CEPAL. Termina, posiblemente, un ciclo para mí… pero no ahora. El secretario me ha pedido quedarme hasta el año 2020”.

Recientemente, la CEPAL presentó el estudio “La ineficiencia de la desigualdad”, donde la organización busca demostrar cómo la igualdad es un componente indispensable para el desarrollo.

“A mí, francamente, me parece fantástico. Si yo, algún día, puedo apoyar a mi país como mexicana, lo haré con mucho gusto y con mucho honor. Por ahora, estoy donde estoy. Mi papel en la CEPAL es no intervenir en ningún tipo de proceso electoral. Por eso somos extremadamente cuidadosos. Lo seré y lo he sido en toda la región y, más bien, nos metemos a los temas gordos, como yo creo que es el tema de la desigualdad y de la pobreza”.

Un pacto histórico por la migración

Bárcena cree que López Obrador asoció su nombre a la defensa de los migrantes porque la CEPAL ha impulsado activamente la discusión de un nuevo pacto que involucra a los 193 países de la ONU en la defensa y respeto de los migrantes.

“Tenemos un Centro Latinoamericano de Demografía y hemos medido cómo se mueven los migrantes a raíz del último censo (2010). Más de 30 millones de mexicanos viven fuera de su país de origen; de ellos, 20 millones están en Estados Unidos y 11 millones son indocumentados”.

Este nuevo acuerdo tiene 22 objetivos y aborda las necesidades y retos de los migrantes, según su etapa de desplazamiento.

“Va hablando de los migrantes de acuerdo con su ciclo de migración, desde que salen de su país, por dónde pasan, los problemas que enfrentan en los sitios de paz o en los países de destino. Nos indica qué pasa cuando quieren retornar; está tratando de cautelar todo el ciclo de un migrante.

Eso se está negociando hoy por hoy en Naciones Unidas. La idea es que este documento esté listo para finales de año y que lo firmen todos los países. Estados Unidos, en un principio, no quiso formar parte, pero sigue participando en las negociaciones”.

Para las mujeres, la migración ha representado diferentes retos.

El estudio “Mujeres migrantes de América Latina y el Caribe: derechos humanos, mitos y duras realidades”, publicado por la CEPAL, explica que muchas mujeres migrantes son madres solteras o madres que actúan como la principal proveedora económica de su familia.

También concluye que los hogares donde la madre migra buscando un mejor nivel de vida para su familia, así como aquéllos donde ella permanece mientras que el padre migra, representan una realidad creciente que tiene implicaciones en la economía y la formación del tejido social.

“Me parece fundamental que, en el fenómeno de migración en países como México y Centroamérica, las mujeres se quedan sin poder económico a cargo de los hogares. Incluso hoy tenemos ya más mujeres migrantes que hombres. En esos casos, las abuelas se quedan a cargo de las familias de los migrantes. Es algo en lo que debemos trabajar”.

Fuente:https://www.forbes.com.mx/igualdad-en-el-mercado-laboral-aun-muy-lejana/