El potencial del aprendizaje móvil en América Latina

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Por:Ashley Manning / Federico Sucre 

América Latina es una de las regiones del mundo más proactivas en cuanto a la integración de nuevas tecnologías en la política educativa. Sin embargo, los programas en la región se han enfocado casi exclusivamente en la provisión de laptops en las escuelas a través de políticas ”uno a uno”, que hasta ahora han dado resultados decepcionantes, mostrando mejoras de aprendizaje limitadas. El enfoque en estas iniciativas dificulta poder justificar las grandes inversiones de tiempo, esfuerzo y recursos que se han hecho. Esto no implica que el uso de TIC (tecnologías de la información y comunicación) en la educación sea un fracaso, sino más bien invita a considerar las opciones disponibles y buscar alternativas que puedan dar mejores retornos.

El aprendizaje móvil (también conocido como mobile learning o m-learning) es un concepto dentro del aprendizaje con tecnologías que se caracteriza por su enfoque en el uso de dispositivos móviles (celulares, tablets, etc.) para crear una experiencia de aprendizaje ubicua. La portabilidad de la tecnología facilita las oportunidades de aprendizaje: este ya no está atado al salón de clases y puede ocurrir en cualquier momento o lugar. El uso de los teléfonos móviles para el aprendizaje, en lo cual nos vamos a enfocar, es una modalidad de aprendizaje dentro de las múltiples que incluye el m-learning.

El m-learning con dispositivos móviles tiene gran potencial en América Latina. Un estudio reciente del Banco Mundial revela que 87 de cada 100 personas en América Latina posee un teléfono móvil. La disponibilidad de la banda ancha móvil también está aumentando considerablemente. Se estima que para el 2020, los smartphonesrepresentaran el 68% de las conexiones totales y que 76% de la población latinoamericana tendrá banda ancha móvil disponible. Su amplia proliferación y uso cotidiano hacen que sea una herramienta fácil de integrar con pocos costos de adopción.

Usos del aprendizaje móvil

Los dispositivos móviles pueden ser útiles para mejorar la educación de maneras directas e indirectas. En particular, pueden ayudar con la alfabetización, el refuerzo académico, la gestión docente, el manejo de sistemas educativos y las evaluaciones de aprendizaje.

Alfabetismo: La disponibilidad de celulares en zonas difíciles de acceder hace que sea un dispositivo ideal para el aprendizaje con tecnologías en estas áreas. En Colombia, por ejemplo, el Programa Nacional de Alfabetización utiliza dispositivos móviles como plataforma de aprendizaje. El gobierno entrega celulares que tienen un SIM cargado con módulos de contenido educativo y auto-dirigido. El propósito es mejorar las competencias básicas de alfabetización. Este proyecto es especialmente accesible pues no requiere de internet y puede ser utilizado por cualquiera que reciba el aparato.

Refuerzo académico: A través del desarrollo de aplicaciones y programas específicos, los celulares también se pueden utilizar para apoyar el refuerzo académico. Esta es una de las utilidades más desarrolladas del aprendizaje móvil: hay miles de aplicaciones educativas para smartphone globalmente. El lanzamiento de la aplicación parasmartphone “Educando” del Ministerio de Educación de República Dominicana es un ejemplo de este tipo de proyecto a gran escala. Esta aplicación sirve como una herramienta de repaso para estudiantes que actualmente se están preparando para los exámenes nacionales.

Gestión y capacitación docente: La nueva iniciativa del Ministerio de Educación del Perú “Somos Docentes” muestra como los teléfonos celulares también pueden ser utilizados como una herramienta para apoyar a docentes. Este es un nuevo programa de mensajería instantánea al cual un docente puede inscribirse gratuitamente para recibir información y anuncios del ministerio sobre temas educativos, buenas prácticas y recomendaciones pedagógicas. Al igual que el Programa Nacional de Alfabetización en Colombia, una versatilidad adicional de este proyecto es que no requiere banda ancha móvil.

Sistemas educativos: Los celulares también pueden ayudar a la administración de sistemas educativos. A través de los celulares se puede facilitar la comunicación, la disponibilidad de información y la gestión de sistemas educativos, especialmente en zonas rurales. Así ocurrió en Mendoza, Argentina, donde muchas escuelas tienen acceso limitado a computadoras y/o internet, lo cual dificulta la supervisión de sistemas escolares y la colección de información. Como solución, en el 2010, el gobierno de la provincia distribuyó celulares smartphone con datos ilimitados a los supervisores escolares para que estos pudieran registrar información y monitorear el progreso de sus escuelas gracias a la amplia disponibilidad de una banda ancha móvil.

Evaluaciones: El uso de teléfonos móviles para evaluaciones estandarizadas básicas puede ayudar a aumentar la eficiencia y reducir los costos de las evaluaciones estandarizadas de aprendizaje considerablemente. Por ejemplo, en Paraguay se lanzó la Evaluación de Aprendizaje a través de Celulares a nivel nacional. A través de este programa, se mandaron mensajes de texto con preguntas de selección simple diseñadas por especialistas del currículo nacional a alumnos por todo el país. Este sistema permitió mandar los resultados directamente a una base de datos virtual, lo cual conllevó a ahorros significativos en términos de tiempo, dinero y capital humano.

Barreras al aprendizaje móvil

Falta de evaluación y evidencia: Las iniciativas de aprendizaje móvil en la región son mayormente limitadas y esporádicas. En particular, hay una falta de evaluación y seguimiento lo cual implica que hay muy pocos resultados o pruebas con respecto a cómo esta tecnología puede estar ayudando (o no) a mejorar el aprendizaje. El fracaso que fueron los programas 1:1 de provisión de laptops, particularmente en países que invirtieron grandes sumas de dinero, demuestra los peligros que pueden surgir de sobrevalorar proyectos o ideas que no ha sido evaluados a gran escala y con precisión. Asimismo, el hecho de que ya se invirtió una  gran cantidad de tiempo y recursos en los proyectos de educación con un enfoque en laptops podría detraer a ciertos gobiernos de querer involucrarse con otro tipo de nuevas tecnologías. A pesar de los menores costos, los gobiernos pueden considerar que ya han cumplido con su “cuota” de políticas TIC por el momento.

Asequibilidad de banda ancha móvil: La disponibilidad de banda ancha móvil no implica que todas las familias con acceso puedan pagarla. Aunque los costos de la banda ancha en la región han bajado significativamente, representando el 3,84% del PIB per cápita en el 2014, estos porcentajes aún son mucho más altos que los costos promedios en países desarrollados donde equivale al 0,1% del PIB per cápita. Asimismo, es importante considerar la desigualdad en la región, y cómo estos costos varían por ingresos. Un reporte de 2016 muestra que para el 40% de la población de menores ingresos en América Latina, la propiedad móvil representa el 17% de su ingreso, mientras que para el 20% de la población de mayores ingresos, este gasto representa solo el 2% de su ingreso.

Falta de aptitudes digitales: Muchos usuarios móviles y de smartphones carecen de las habilidades para poder entender y aprovechar plenamente el potencial del internet y la tecnología móvil. Para poder incorporar el aprendizaje móvil al mundo educativo en América Latina se necesita asegurar ciertos niveles mínimos de alfabetismo digital, especialmente en los docentes. Un estudio publicado en 2012 muestra que existe una correlación positiva entre la alfabetización digital y el acceso al internet, por lo cual la conectividad al internet fijo o de banda ancha es otro desafío que hay que enfrentar para solucionar los problemas de analfabetismo digital. La falta de infraestructura tecnológica también limita a muchos usuarios de dispositivos móviles, evitando que puedan maximizar los beneficios del internet.

Recomendaciones

Incorporar tecnología a la pedagogía: Una de las principales lecciones del proyecto One Laptop Per Child (OLPC) en Perú es que la tecnología no puede remplazar a un buen docente o una pedagogía. Esto también aplica al m-learning. La tecnología móvil puede facilitar el aprendizaje, permitiendo que este ocurra en más tiempos y lugares, pero debe servir como un complemento a la educación en clase y al trabajo del docente. Por lo tanto, se recomienda incorporar los dispositivos móviles como herramientas que apoyen un currículo más completo. Asimismo, se debe optimizar el entrenamiento docente en tecnologías móviles en educación para que los maestros, que en su mayoría ya utilizan celulares en el día a día, se sientan cómodos incorporándolas en sus prácticas pedagógicas.

Participación estatal: Hasta ahora los mayores avances del aprendizaje móvil en la región han ocurrido desde el sector privado. La participación  del sector público y la cooperación intersectorial son clave para el éxito del aprendizaje móvil y el uso de celulares en educación a gran escala. Estas pueden ocurrir entre gobierno, empresas, institutos académicos, organizaciones no gubernamentales y/o empresas de telecomunicaciones.

Creación de contenido relevante: Un desafío actual que puede ser tomado como una oportunidad de desarrollo es la falta de contenido relevante para América Latina, principalmente debido a que gran parte del material en línea solo está disponible en otros idiomas (principalmente inglés) o está dirigido a otras regiones del mundo. Por lo tanto, en el proceso de provisión de tecnologías es imperativo asegurar que haya un contenido y material relevante y útil para la audiencia que lo use.

Fuente:http://www.thedialogue.org/blogs/2016/08/el-potencial-del-aprendizaje-movil-en-america-latina/?lang=es

¿Qué es primero, la eficiencia energética o las energías limpias?

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Por: José Molina y Aleithya Morales

A raíz de la Reforma Energética y la Ley de Transición Energética, es importante reflexionar sobre la política pública del Gobierno de México y sus prioridades en el sector energético. A pesar de que los proyectos de eficiencia energética tienen un mayor costo-beneficio en términos económicos y ambientales, también existe un impulso paralelo a las energías limpias. Entonces, ¿qué debería de implementarse primero?

La eficiencia energética supone la reducción en el consumo de energía (en sus distintas formas) para satisfacer las mismas necesidades o servicios; es decir, hacer más con lo mismo o lo mismo con  menos.  Mientras tanto, las energías limpias promueven el cambio en la forma de producción lo cual implica, en algunos casos, mayores costos.

A pesar de esto, las energías limpias han sido promovidas fuertemente por el Gobierno Federal en las reformas. Uno de los principales objetivos es el de reducir la emisión de Compuestos de Efecto Invernadero (CEI), aprovechar la enorme cantidad de recursos renovables con los que cuenta el país y reducir los costos de generación de energía.

A pesar de la voluntad política, la SENER, en su Reporte de Avances de Energías Limpias 2015, reportó que de los 310 GWh de energía eléctrica producidos, tan solo el 20.3% fue con fuentes limpias(incluidas la hidroeléctrica, la nuclear y la cogeneración eficiente). Mientras tanto en países con menos recursos renovables como Alemania e Italia, se produce el 32% y el 38% respectivamente.  Brasil por su parte generó en el 2015 el 73%.

Con base en el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero 2013 del INECC, México emitió 665 millones de toneladas de CO2eq. Solo el 19% corresponden al Sector Eléctrico, mientras que el 26% corresponde al Sector Transporte. Si bien el Sector Eléctrico es responsable de una quinta parte del total de emisiones, también es necesario trabajar en paralelo con los Sectores Industrial, Agropecuario y por supuesto del Transporte.

A nivel internacional, México tampoco destaca por ser uno de los mayores productores de energía ni de los generadores de emisiones. Con base en información de la empresa Enerdata, México a nivel mundial genera alrededor del 2% del total de los CEI y en relación a la producción de energía, tan solo llega al 1.25%.  

El gobierno, a raíz de la apertura del Sector Eléctrico y del compromiso de generar el 35% de su energía eléctrica a partir de fuentes limpias para el año 2024, convirtió este tema en unos de los más importantes de la agenda nacional. Sin embargo, sobre la eficiencia energética poco se habla y en realidad por ahí debemos de empezar (o al menos así debería de ser).

Por lo anterior y alineado a los incentivos existentes, los sectores Industrial, Residencial, Comercial y el Público están buscando reducir los costos eléctricos a través de la implementación de proyectos de energías limpias, ya sea a través de un tercero o por iniciativa propia. Pero antes de construir plantas solares o eólicas a gran escala, es necesario reducir los consumos de energía en los segmentos que más consumen (alumbrado público, iluminación, calentamiento de agua, transporte, entre otros).

Un ejemplo muy claro en donde la eficiencia energética se debe implementar antes que producir energía limpia es en los municipios. Estos llegan a destinar hasta el 20% de su presupuesto por concepto de energía eléctrica del alumbrado público. Si consideramos que gran parte de los sistemas de alumbrado municipales son ineficientes, este sector abre la puerta para generar ahorros de hasta 30%.

Como ejemplo de lo anterior, podemos mencionar al municipio de Arandas (Jalisco) que a través del Proyecto Nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal de la Comisión Nacional Para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), invirtió en su alumbrado público más de 12 millones de pesos y esperan ahorrar 4 millones de pesos cada año.

Asimismo, la CONUEE, a través del Programa de Eficiencia Energética en los inmuebles de la Administración Pública Federal en el 2014, generó un ahorro anual promedio de 421 GWh/año, equivalentes a 267 millones de pesos. En el 2014, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE), a través de sus programas de eficiencia energética e innovación en el sector industrial, financiamiento de sustitución de equipos y generación distribuida, reportó un ahorro en el consumo de energía eléctrica de 56.5 GWh/año, equivalentes a 141 millones de pesos en la facturación energética y una reducción de emisiones de 24,100 toneladas de CO2eq/año.

El potencial de ahorro como resultado de la eficiencia energética en México es muy grande y desafortunadamente la inversión inicial, los subsidios a la electricidad, la regulación y los programas institucionales así como la falta de seguimiento a los programas actuales han hecho que no se detone totalmente el ahorro energético en el país.

En Ethos creemos que a través del esquema de Asociaciones Público Privadas se pueden impulsar proyectos de eficiencia energética a mediano y largo plazo a través de un marco jurídico sólido. Es importante analizar la estrategia política de construcción de infraestructura para energías renovables por la de resultados reales en el corto plazo a través de la eficiencia energética. Estos proyectos, por sus impactos, deberían ser parte de las agendas del gobierno en sus diferentes niveles,  acompañados de una difusión de los beneficios entre su población.

A pesar del momentum de las energías limpias, la eficiencia energética debe de ser, al menos, analizada antes de dar un paso adelante en algún proyecto de energía. Finalmente, debemos de reconocer que ambas opciones deben de implementarse por cuestiones económicas y  ambientalesy no solo como promoción política.

Publicado en: Arena Pública 

Fuente:http://ethos.org.mx/que-es-primero-la-eficiencia-energetica-o-las-energias-limpias/

¿Aprender a aprender o a conocer?

Por 

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El texto Modelo Educativo 2016, recientemente publicado por la SEP, describe las características generales del planteamiento pedagógico ideado para reformar el currículum de la educación obligatoria. Las ideas y propuestas ahí contenidas están sujetas a discusión en el marco de los foros que, en estos días, coordina la autoridad educativa federal. Es probable, por lo tanto, que algunos de los contenidos se modifiquen.
Uno de los capítulos del volumen, central en la propuesta, se titula “El planteamiento curricular” (págs. 34 a 50). Se divide en varios rubros: la vigencia del humanismo y sus valores, los desafíos de la sociedad del conocimiento, las oportunidades desde las ciencias de la educación, contenidos educativos, y ambientes de aprendizaje.

Lo primero que llama la atención es la proximidad de los planteamientos del ME-2016 con los publicados en 2011 por la SEP en Plan de estudios 2011. Educaciòn Básica. Contiene el documento vinculado a la Reforma Integral de la Educaciòn Básica (RIEB) el capítulo “Principios pedagógicos que sustentan el plan de estudios” (págs. 26 a 37). Los doce principios que fincan el plan aprobado hace menos de cinco años coinciden, en buena media, con los elaborados para el ME-2016. En particular: centrar la atención en los estudiantes y en sus procesos de aprendizaje; generar ambientes de aprendizaje; trabajar en colaboración para construir el aprendizaje; usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje; evaluar para aprender; favorecer la inclusión para atender a la diversidad; renovar el pacto entre el estudiante, el docente, la familia y la escuela, entre los más evidentes.

El contraste entre ambos documentos (2011 y 2016) permite concluir que, en materia pedagógica, hay más continuidad que cambio. ¿Eso es negativo? No necesariamente. Lo que no está bien está bien es no reconocer las líneas y eslabones de continuidad y aclarar qué es efectivamente lo que se transforma. En materia pedagógica e incluso curricular no parece tanto, en todo caso se advierte la sola agregación de nuevos contenidos, pero no de nuevos enfoques.
No es extraño, por lo demás, que exista continuidad en los planteamientos. Tienen un elemento en común: las propuestas de la OCDE en materia pedagógica, curricular y organizativa para el caso de México derivadas, del Acuerdo de Cooperación México OCDE para mejorar la calidad de la educación de las escuelas mexicanas” vigente de 2010 a 2012.

La asesoría de la OCDE fue una de las piezas clave para orientar la versión final de la RIEB y también para introducir la idea de la evaluación docente obligatoria que sería instalada a partir de la reforma educativa de este sexenio.
Uno de los materiales empleados en la asesoría de la OCDE fue La Naturaleza del Aprendizaje. Investigación para inspirar la práctica. Guía del practicante volumen compilado por Hanna Dumont, David Istance y Francisco Benavides, publicado en inglés en 2010 y una versión ejecutiva en español en 2012. El aprovechamiento de ese texto en el capítulo “El planteamiento curricular” del ME-2016 salta a la vista, hasta extremos criticables. El ME-2016 fusila al menos cuatro párrafos largos del material de la OCDE sin entrecomillar ni citar la fuente (véanse las páginas 41-43 del documento de la SEP en comparación con las páginas 4-5 del texto OCDE). Eso no se hace. De un documento oficial de la Secretaría se esperaría mayor rigor, creo.

Otra que llama la atención, aunque no me detendré demasiado en ella, es la incorrecta traducción y peor conceptualización del Learn to Know, recogido en el celebérrimo informe de la Comisión Delors La educaciòn encierra un tesoro, publicado por la UNESCO en 1996. En aquel trabajo, que orientó buena parte de las reformas educativas de los años noventa en todo el mundo, se razonaba en torno a cuatro pilares de la educación: aprender a ser, aprender a convivir, aprender a hacer y aprender a conocer. El ME-2016 considera que el aprendizaje clave correspondiente es “aprender a aprender”. Pero no es lo mismo: conocer es una operación intelectual más compleja que el aprendizaje continuo, aunque lo implique.

Por cierto, del repaso del texto coordinado por Jaques Delors extraigo una cita larga que nos previene del fundamentalismo contrario a la memoria, es decir del imperio “del aprendizaje significativo en lugar del memorístico” (ME-2016, pág. 50). Al respecto, señala la Comisión de la UNESCO:
“El ejercicio de la memoria es un antídoto necesario contra la invasión de las informaciones instantáneas que difunden los medios de comunicación. Sería peligroso imaginar que la memoria ha perdido su utilidad debido a la formidable capacidad de almacenamiento y difusión de datos de que disponemos en la actualidad. Desde luego, hay que ser selectivos en la elección de los datos que aprenderemos de memoria, pero debe cultivarse con esmero la facultad intrínsecamente humana de memorización asociativa, irreductible a un automatismo” (La educación encierra un tesoro, pág. 98).

Fuente:http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=4727%3Aaprender-a-aprender-o-a-conocer&Itemid=140